Es un vino elaborado buscando lograr nuevos perfiles de vinos, sin renunciar a la tradición. La versatilidad de la variedad Pedro Ximénez abre la opción de vinos de crianzas diferentes como esta, en una barrica nueva de roble francés, y con aporte de las lías.
Vino límpido, brillante de color amarillo dorado y ribetes verdosos. Lento movimiento en copa.
De intensidad alta en la que los aromas especiados del roble francés se van intercalando con los toques cítricos afrutados, y el sutil aporte que las lías han ido aportando durante meses gracias al batonnâge
En boca es de entrada voluminosa, paso elegante y con cuerpo, aporte de las levaduras y de la madera, y con progresiva aparición de la acidez y salinidad que equilibran el conjunto haciendo de él un vino muy atractivo y persistente.
Es un vino elaborado buscando lograr nuevos perfiles de vinos, sin renunciar a la tradición. La versatilidad de la variedad Pedro Ximénez abre la opción de vinos de crianzas diferentes como esta, en una barrica nueva de roble francés, para obtener un vino con estilo propio, donde la untuosidad y aromas a fruta de la uva se combine con la aportación de la barrica nueva, polifenoles, aromas tostados, vainilla, etc.
Las lías o levaduras también tienen su aportación en el vino, ya que se le hace el batonnâge de manera periódica para que el contenido que liberan se combine en el total del vino en la barrica y aporten suavidad, textura, volumen.